Amo a los hombres
y les canto.
Amo a los jóvenes
desafiantes jinetes del aire,
pobladores de pasillos en las Universidades,
rebeldes, inconformes, planeadores de mundos diferentes.
Amo a los obreros,
esos sudorosos gigantes morenos
que salen de madrugada a construir ciudades.
Amo a los carpinteros
que reconocen a la madera como a su mujer
y saben hacerla a su modo.
Amo a los campesinos
que no tienen más tractor que su brazo
que rompen el vientre de la tierra y la poseen.
Amo, compasiva y tristemente, a los complicados
hombres de negocios
que han convertido su hombría en una sanguinaria
máquina de sumar
y han dejado los pensamientos más profundos, los
sentimientos más nobles
por cálculos y métodos de explotación.
Amo a los poetas -bellos ángeles lanzallamas-
que inventan nuevos mundos desde la palabra
y que dan a la risa y al vino su justa y proverbial importancia.
que conocen la trascendencia de una conversación
tranquila bajo los árboles,
a esos poetas vitales que sufren las lágrimas y van
y dejan todo y mueren
para que nazcan hombres con la frente alta.
Amo a los pintores -hombres colores-
que guardan su hermosura para nuestros ojos
y a los que pintan el horror y el hambre
para que no se nos olvide.
Amo a los solitarios pensadores
los que existen más allá del amor y de la comprensión sencilla
los que se hunden en titánicas averiguaciones
y se atormentan día y noche ante lo absurdo de las respuestas.
A todos amo con un amor de mujer, de madre, de hermana,
con un amor que es más grande que yo toda,
que me supera y me envuelve como un océano
donde todo el misterio se resuelve en espuma...
Amo a las mujeres desde su piel que es la mía.
A la que se rebela y forcejea con la pluma y la voz desenvainadas,
a la que se levanta de noche a ver a su hijo que llora,
a la que llora por un niño que se ha dormido para siempre,
a la que lucha enardecida en las montañas,
a la que trabaja -mal pagada- en la ciudad,
a la que gorda y contenta canta cuando echa tortillas
en la pancita caliente del comal,
a la que camina con el peso de un ser en su vientre
enorme y fecundo.
A todas las amo y me felicito por ser de su especie.
Me felicito por estar con hombres y mujeres
aquí bajo este cielo, sobre esta tierra tropical y fértil,
ondulante y cubierta de hierba.
Me felicito por ser y por haber nacido,
por mis pulmones que me llevan y me traen el aire,
porque cuando respiro siento que el mundo todo entra en mí
y sale con algo mío,
por estos poemas que escribo y lanzo al viento
para alegría de los pájaros,
por todo lo que soy y rompe el aire a mi paso,
por las flores que se mecen en los caminos
y los pensamientos que, desenfrenados, alborotan en las cabezas,
por los llantos y las rebeliones.
Me felicito porque soy parte de una nueva época
porque he comprendido la importancia que tiene mi existencia,
la importancia que tiene tu existencia, la de todos,
la vitalidad de mi mano unida a otras manos,
de mi canto unido a otros cantos.
Porque he comprendido mi misión de ser creador,
de alfarera de mi tiempo que es el tiempo nuestro,
quiero irme a la calle y a los campos,
a las mansiones y a las chozas
a sacudir a los tibios y haraganes,
a los que reniegan de la vida y de los malos negocios,
a los que dejan de ver el sol para cuadrar balances,
a los incrédulos, a los desamparados, a los que han
perdido la esperanza,
a los que ríen y cantan y hablan con optimismo;
quiero traerlos a todos hacia la madrugada,
traerlos a ver la vida que pasa
con una hermosura dolorosa y desafiante,
la vida que nos espera detrás de cada atardecer
-último testimonio de un día que se va para siempre,
que sale del tiempo y que nunca volverá a repetirse-.
Quiero atraer a todos hacia el abrazo de una alegría que comienza,
de un Universo que espera que rompamos sus puertas
con la energía de nuestra marcha incontenible.
Quiero llevaros a recorrer los caminos
por donde avanza -inexorable- la Historia.
Porque los amo quiero llevarlos de frente a la nueva mañana,
mañana lavada de pesar que habremos construido todos.
Vámonos y que nadie se quede a la zaga,
que nadie perezoso, amedrentado, tibio, habite la faz de la tierra
para que este amor tenga la fuerza de los terremotos,
de los maremotos,
de los ciclones, de los huracanes
y todo lo que nos aprisione vuele convertido en desecho
mientras hombres y mujeres nuevos
van naciendo erguidos
luminosos
como volcanes...
Vámonos
Vámonos
Vámonoooos!!!
Gioconda Belli
viernes, 8 de marzo de 2013
lunes, 4 de marzo de 2013
Mi papel de madre en el parque.
Esta entrada surge al reflexionar sobre mi papel como madre en el parque, a raiz de leer la entrada de Armando Bastida en "Bebés y más" y los comentarios a ésta. Iba a comentar yo también, pero viendo que el tema me daba para más que un simple comentario, he preferido traerlo al blog hoy. El post original de Armando lo podeis leer aqui.
Si habeis leido la entrada y los comentarios, todos dan por hecho que hay dos posturas en las que estar en un parque infantil: o bien jugando con los niños a la pelota, todo el rato pegado a los niños y haciendo castillitos de arena o bien de cháchara pasando de tus hijos y ni te das cuenta si se descuernan o van de abusones por el parque. Así pues Armando se pregunta hasta qué punto tiene él que educar a los hijos de los del segundo grupo de padres.
Os explico lo que yo creo que es mi papel en el parque. Yo defiendo y vigilo a mis hijas, evito que les peguen o que peguen ellas (que no son santas de altar), que se descuernen... con la pequeña de año y medio eso se traduce en que voy detrás toda la tarde. Pero a la mayor, de casi cuatro, le dejo más cancha, que aprenda a lidiar sus conflictos. Como digo, no voy a dejar que le hagan daño ni que haga daño a los demás, entonces intervengo, pero creo que los niños tienen que aprender a relacionarse entre ellos sin la sobreprotección de los adultos. Yo si las llevo al parque mucho, con el buen tiempo a diario, para que jueguen al aire libre y se socialicen con otros niños, y la socialización, no lo olvidemos, incluye tanto los juegos como la resolución de conflictos.
Mi Sara tiene su grupo de amigos del parque (los hijos de los mojilitros, que ya he hablado de ellos). Observar sus juegos en la distancia es una oportunidad de ver qué papel juega mi hija en el grupo. Si siempre intervienes en sus juegos te pierdes la posibilidad comprobar si tu hijo/a es de los que abusa, de los (en el caso de las niñas más) van de mamá del grupo, de los que son unos acusicas, de los que chinchan y chinchan hasta que el brutote del grupo le arrea un mamporro, de los que arrean el mamporro a alguno por cansino, de los que dan pellizquitos por lo bajinis... ninguno es un santo y es bueno ver cómo se manejan. Yo sé más de Sara por observar cómo juega con sus amigos que por ver cómo juega conmigo, conmigo siempre los juegos son dirigidos y no es una relación entre iguales, jugando conmigo sé cómo juega conmigo, viendo cómo juega con los amigos veo actitudes que con los padres no aparecen nunca. Así conozco mejor a mi hija. Así, en el mismo momento si se trata de algo grave, o después de camino a casa mientras comentamos como ha ido la tarde, tengo la posibilidad de corregir actitudes que no creo que sean correctas o de elogiar las que sí me han gustado.
Respecto a si tengo yo que educar a los hijos de los demás...pues depende. Si van ha hacer daño a mis hijas o algún otro niño desde luego sí que intervengo, si el padre o madre después se molesta pues lo siento, no voy a dejar que un niño haga daño a otro. Pero la verdad es que nunca me he encontrado en la situación que nadie se haya molestado por eso. Si son padres que pasan de sus hijos, no van a estar mirando. Y los que si han intervenido siempre ha sido para corregir a sus hijos en el mismo sentido que lo hacía yo. Si están haciendo algo que yo no dejaría hacer a mis hijas pero es más ambiguo, pues no intervengo (p.e. romper a propósito su juguete).
Esto en cuanto a chiquillos desconocidos. En cuanto al grupo de amigos de mi hija les corrijo en la misma medida que corrijo a las mías y espero que los padres de sus amigos corrijan a mis hijas con el mismo criterio que harían con los suyos. Evidentemente cada uno suele corregir a su hijo, que para eso estamos pendientes, pero es posible que algun padre o madre vea algo que yo no he visto, o al revés, yo veo algo que su padre/madre en ese momento no ha visto, y en ese caso intervenimos aunque no sea nuestro hijo al que haya que corregir. Así que si venís al parque, es posible que a primera vista nos cataloguéis en papás/mamás de banco, aunque en realidad lo que pasa es que siempre hay alguien pendiente. Es la ventaja del grupo, como en las manadas de la sabana. Los niños tienen la sensación de jugar con libertad aunque siempre estén viglados y si ocurre algo se da la voz de alarma y se interviene.
Si vamos a otro parque sin este grupo o coincide que aún no han bajado los amigos de Sara dirijo el juego más, porque sólo tengo dos ojos y dos manos y tengo que estar yo sola pendiente de dos niñas pequeñas, no les puedo dejar la sensación de libertad a la que están acostumbradas y tanto valoran.
Si habeis leido la entrada y los comentarios, todos dan por hecho que hay dos posturas en las que estar en un parque infantil: o bien jugando con los niños a la pelota, todo el rato pegado a los niños y haciendo castillitos de arena o bien de cháchara pasando de tus hijos y ni te das cuenta si se descuernan o van de abusones por el parque. Así pues Armando se pregunta hasta qué punto tiene él que educar a los hijos de los del segundo grupo de padres.
Os explico lo que yo creo que es mi papel en el parque. Yo defiendo y vigilo a mis hijas, evito que les peguen o que peguen ellas (que no son santas de altar), que se descuernen... con la pequeña de año y medio eso se traduce en que voy detrás toda la tarde. Pero a la mayor, de casi cuatro, le dejo más cancha, que aprenda a lidiar sus conflictos. Como digo, no voy a dejar que le hagan daño ni que haga daño a los demás, entonces intervengo, pero creo que los niños tienen que aprender a relacionarse entre ellos sin la sobreprotección de los adultos. Yo si las llevo al parque mucho, con el buen tiempo a diario, para que jueguen al aire libre y se socialicen con otros niños, y la socialización, no lo olvidemos, incluye tanto los juegos como la resolución de conflictos.
Mi Sara tiene su grupo de amigos del parque (los hijos de los mojilitros, que ya he hablado de ellos). Observar sus juegos en la distancia es una oportunidad de ver qué papel juega mi hija en el grupo. Si siempre intervienes en sus juegos te pierdes la posibilidad comprobar si tu hijo/a es de los que abusa, de los (en el caso de las niñas más) van de mamá del grupo, de los que son unos acusicas, de los que chinchan y chinchan hasta que el brutote del grupo le arrea un mamporro, de los que arrean el mamporro a alguno por cansino, de los que dan pellizquitos por lo bajinis... ninguno es un santo y es bueno ver cómo se manejan. Yo sé más de Sara por observar cómo juega con sus amigos que por ver cómo juega conmigo, conmigo siempre los juegos son dirigidos y no es una relación entre iguales, jugando conmigo sé cómo juega conmigo, viendo cómo juega con los amigos veo actitudes que con los padres no aparecen nunca. Así conozco mejor a mi hija. Así, en el mismo momento si se trata de algo grave, o después de camino a casa mientras comentamos como ha ido la tarde, tengo la posibilidad de corregir actitudes que no creo que sean correctas o de elogiar las que sí me han gustado.
Respecto a si tengo yo que educar a los hijos de los demás...pues depende. Si van ha hacer daño a mis hijas o algún otro niño desde luego sí que intervengo, si el padre o madre después se molesta pues lo siento, no voy a dejar que un niño haga daño a otro. Pero la verdad es que nunca me he encontrado en la situación que nadie se haya molestado por eso. Si son padres que pasan de sus hijos, no van a estar mirando. Y los que si han intervenido siempre ha sido para corregir a sus hijos en el mismo sentido que lo hacía yo. Si están haciendo algo que yo no dejaría hacer a mis hijas pero es más ambiguo, pues no intervengo (p.e. romper a propósito su juguete).
Esto en cuanto a chiquillos desconocidos. En cuanto al grupo de amigos de mi hija les corrijo en la misma medida que corrijo a las mías y espero que los padres de sus amigos corrijan a mis hijas con el mismo criterio que harían con los suyos. Evidentemente cada uno suele corregir a su hijo, que para eso estamos pendientes, pero es posible que algun padre o madre vea algo que yo no he visto, o al revés, yo veo algo que su padre/madre en ese momento no ha visto, y en ese caso intervenimos aunque no sea nuestro hijo al que haya que corregir. Así que si venís al parque, es posible que a primera vista nos cataloguéis en papás/mamás de banco, aunque en realidad lo que pasa es que siempre hay alguien pendiente. Es la ventaja del grupo, como en las manadas de la sabana. Los niños tienen la sensación de jugar con libertad aunque siempre estén viglados y si ocurre algo se da la voz de alarma y se interviene.
Si vamos a otro parque sin este grupo o coincide que aún no han bajado los amigos de Sara dirijo el juego más, porque sólo tengo dos ojos y dos manos y tengo que estar yo sola pendiente de dos niñas pequeñas, no les puedo dejar la sensación de libertad a la que están acostumbradas y tanto valoran.
lunes, 11 de febrero de 2013
Miedo a los monstruos
Hace una semana nos llevamos a los niños a ver un espectáculo teatral infantil en el teatro de Yecla, el "Concha Segura".
"Hay teatro este domingo, ¿vamos?" "VAMOS". No me detuve mucho en averigüar el cuento que se representaba. Era Pulgarcito. Yo siempre he confundido Pulgarcito con Garbancito y me pareció bien. Pero a parte del hecho que los dos son pequeños, cualquier parecido entre los cuentos es pura coincidencia.
Si no sabéis de lo que hablo aquí están unos enlaces a los cuentos:
Garbancito: http://www.youtube.com/watch?v=5fGhXXziQZA
Pulgarcito: Esta es una versión algo edulcorada. Los leñadores que les abandonan no son sus padres. http://www.youtube.com/watch?v=k6PkW84KUEs
Por suerte Sara, con lo miedosa que es, no tomó aprensión por el ogro ni nada. No sé si llegó a entender del todo el cuento, pero por mi ya está bien así. Así como con los otro cuentos que hemos ido a ver al teatro le he preguntado y he vuelto a contar la historia, sobre este sólo le pregunté si lo había pasado bien. ´
La salida al teatro me hizo reflexionar sobre los cuentos que en mi casa nos contaban. A mi padre le encantaba contarnos el cuento de Garbancito. De hecho el cuento de Garbancito, el del Gigante Egoísta y el de El Sastrecillo Valiente son los cuentos de mi infancia. Como veréis, nada de ogros comeniños, padres abandonadores, ni desgracias abrumadoras poblaron las fantasías en mi niñez. Mis padres no pretendían asustarnos sino entretenernos cuando nos contaban cuentos. Se lo agradezco profundamente
Historias terribles de ogros, sacamantecas, chupacabras, gigantes y brujas comeniños. Horribles en su aspecto y claramente identificables.
Ayer salió la noticia de unos padres detenidos porque habían detectado en el cuerpo de su hija de doce años más de doscientas marcas de quemaduras de cigarrillos. Doce años de tortura ¿Qué decir del "padre" José Bretón? ¿Y la madre que en Mallorca ahogó a su hijo y lo metió en una maleta? ¿Y de los "amigos" de Marta del Castillo? ¿Y del padre que mantuvo a su hija en el sótano durante años y tuvo varios hijos con ella? ¿Y de los asesinos de la preciosa niña MariLuz?
¿Habéis visto las imágenes de estos monstruos? Son inidentificables terribles ogros, sacamantecas, chupacabras, gigantes y brujas comeniños. Hace unos meses en un programa de televisión dijeron que la madre de la chiquilla que mataron durante el infame exorcismo de Almansa está en libertad, se ha cambiado de nombre y está supuestamente curada. Vive "tranquilamente en una localidad de la zona". Almansa está a 34 Km de Yecla. Es un pensamiento que se me cruza en la mente varias veces cada día. ¿me estaré cruzando a esta hijadeputa diariamente sin saberlo? ¿Con que monstruos reales nos cruzamos sin darnos cuenta de la mente retorcida que contiene su aspecto normal?
Así que agradezco, como ya he dicho, que los monstruos no poblaran mis fantasías en la infancia, agradezco a mis padres que me protegieran tan bien de esos miedos. Espero poder proteger a mis hijas de los monstruos de mentira y de los reales de la mejor forma posible. Porque ahora tengo terror a los monstruos.
"Hay teatro este domingo, ¿vamos?" "VAMOS". No me detuve mucho en averigüar el cuento que se representaba. Era Pulgarcito. Yo siempre he confundido Pulgarcito con Garbancito y me pareció bien. Pero a parte del hecho que los dos son pequeños, cualquier parecido entre los cuentos es pura coincidencia.
Si no sabéis de lo que hablo aquí están unos enlaces a los cuentos:
Garbancito: http://www.youtube.com/watch?v=5fGhXXziQZA
Pulgarcito: Esta es una versión algo edulcorada. Los leñadores que les abandonan no son sus padres. http://www.youtube.com/watch?v=k6PkW84KUEs
Por suerte Sara, con lo miedosa que es, no tomó aprensión por el ogro ni nada. No sé si llegó a entender del todo el cuento, pero por mi ya está bien así. Así como con los otro cuentos que hemos ido a ver al teatro le he preguntado y he vuelto a contar la historia, sobre este sólo le pregunté si lo había pasado bien. ´
La salida al teatro me hizo reflexionar sobre los cuentos que en mi casa nos contaban. A mi padre le encantaba contarnos el cuento de Garbancito. De hecho el cuento de Garbancito, el del Gigante Egoísta y el de El Sastrecillo Valiente son los cuentos de mi infancia. Como veréis, nada de ogros comeniños, padres abandonadores, ni desgracias abrumadoras poblaron las fantasías en mi niñez. Mis padres no pretendían asustarnos sino entretenernos cuando nos contaban cuentos. Se lo agradezco profundamente
Historias terribles de ogros, sacamantecas, chupacabras, gigantes y brujas comeniños. Horribles en su aspecto y claramente identificables.
Ayer salió la noticia de unos padres detenidos porque habían detectado en el cuerpo de su hija de doce años más de doscientas marcas de quemaduras de cigarrillos. Doce años de tortura ¿Qué decir del "padre" José Bretón? ¿Y la madre que en Mallorca ahogó a su hijo y lo metió en una maleta? ¿Y de los "amigos" de Marta del Castillo? ¿Y del padre que mantuvo a su hija en el sótano durante años y tuvo varios hijos con ella? ¿Y de los asesinos de la preciosa niña MariLuz?
¿Habéis visto las imágenes de estos monstruos? Son inidentificables terribles ogros, sacamantecas, chupacabras, gigantes y brujas comeniños. Hace unos meses en un programa de televisión dijeron que la madre de la chiquilla que mataron durante el infame exorcismo de Almansa está en libertad, se ha cambiado de nombre y está supuestamente curada. Vive "tranquilamente en una localidad de la zona". Almansa está a 34 Km de Yecla. Es un pensamiento que se me cruza en la mente varias veces cada día. ¿me estaré cruzando a esta hijadeputa diariamente sin saberlo? ¿Con que monstruos reales nos cruzamos sin darnos cuenta de la mente retorcida que contiene su aspecto normal?
Así que agradezco, como ya he dicho, que los monstruos no poblaran mis fantasías en la infancia, agradezco a mis padres que me protegieran tan bien de esos miedos. Espero poder proteger a mis hijas de los monstruos de mentira y de los reales de la mejor forma posible. Porque ahora tengo terror a los monstruos.
miércoles, 30 de enero de 2013
PATATAAA!!!
O en este caso...¡¡¡Espaguetti!!
Le debo un post a mi pequeña hadita. Desde que nació casi no he escrito y lo poco que lo he hecho de ella ha sido cuando era chiquitina. A Sara siempre la he llamado princesa, todo delicadeza y sensibilidad. Núria es una hada: mágica, alegre, dulce, risueña.
Como la campanilla del cuento tilín tilén. Ella se cae y se levanta riendo :"Caido mamá jajaja". Es superfácil cuidar de ella, siempre tan alegre, muy reconfortante los abracitos que te pide y lo mucho que demuestra sus afectos. También agotador en ocasiones, porque todo se lo tiene que hacer la mamá. A papá lo quiere mucho, pero para jugar un rato, para todo lo demás mama. Y como los celos están que bullen es la misma historia para las dos. Yo estoy agotada y papá bastante frustrado: "mis hijas no me quieren" se queja demasiado a menudo.
Mi hada es muy abierta y simpática, y en unos años seguro que es de las que no para de contar chistes, porque ahora, con diecinueve meses, le haces una pequeña broma y la repite y repite y repite, le encantan.
Nuria tiene muchísimo carácter, y es expresiva y explosiva para todo, cuando algo no le parece bien se enfada, ha empezado ya con las rabietas, y son mucho más fuertes que las que ha tenido Sara nunca. 1..2..3..4 paciencia Natalia, respira. Las rabietas las llevamos un poco mal. Le ha costado un poco echar a andar, pero ahora corre, trepa y salta. Se pone muchas veces en riesgo, me pone los pelos de punta varias veces en el día, se ha caído poco para lo que le gusta trepar.
Tengo un problema con ella y no es pequeño. Le gusta que le riñan. A ver como corriges a una niña que se te rie en la cara cuando le estás riñendo. A Sara le dices algo con el rictus serio y es suficiente, esta se ríe incluso cuando me ve muy enfadada. ¿Alguna sugerencia?
Y tiene la manita un poco suelta, con Sara, y también ha dado algún manotazo en la guardería. Espero que no vaya a más y se quede ahí, y cuando tenga más soltura con el lenguaje vaya desapareciendo.
Tengo claro que al ser hermana pequeña se tiene que defender, pero Sara es en ese aspecto un poco demasiado parada, y como Nuria se siga espabilando más se la va a comer. De hecho ya he visto que alguna vez le ha quitado juguetes de las manos. Mi politica con ellas en los conflictos es no intervenir a menos que vea que se van a hacer daño, normalmente es por un juguete y entonces les quito el juguete. Creo que su relación entre hermanas la tienen que construir ellas, y yo no puedo ser árbitro en sus disputas. Ahora es por un Nenuco, pero dentro de unos años será por cosas más importantes y tienen que aprender a conocerse en los buenos momentos y en los enfados y el mal humor. Además llegará un momento en que yo no estaré para arbitrar nada y ellas seguirán siendo hermanas.
Le debía una entrada a mi pequeña hada. Parafraseando a Elton John. Quizás es pequeña y simple, pero ahora ya está hecha.
Y copiándole directamente:
"I hope you don't mind I hope you don't mind that I put down in words...How wonderful live is now you are in the world!"
"Espero que no te importe. Espero que no te importe que lo ponga en palabras...¡Qué maravillosa es la vida ahora que tu estás en el mundo!"
viernes, 18 de enero de 2013
Los mojilitros son...
...esa familia que se escoge. Y una bebida alcohólica que está muy rica, para que lo vamos a negar. Pero voy a hablar de lo primero.
En Mayo perdí a mi Leo que los que me conocéis sabéis bien que era uno más de mi familia. Pocas semanas después, como si la vida abriera una ventana después del portazo, fué la jornada de convivencia del AMPA de Campanilla. Y a partir de ahí, en el final del curso, no sé muy bien de que forma, ahora nos vemos en el parque, ahora quedamos para cenar, ahora un aperitivito, ahora nos vamos de finde y ahora de comida...hemos formado un grupo de amigos de esos de los de verdad. De esos que te ofrecen ayuda y no es de boquita, de esos que les ofreces apoyo porque en verdad los quieres, de los que te duele ver que lo pasan mal y te gustaría poder hacer algo para aliviarles.
Somos un grupo muy dispar, seguramente en otro momento de nuestras vidas no nos hubiésemos encontrado entre nosotros. Nos acercó el llevar a los niños a la misma guardería y que ellos se llevaran bien, con esa amistad pura y simple de los tres años. Y ver que nuestros hijos están tan felices juntos ha hecho que nos acercáramos unos a otros.
Para empezar esta nueva etapa del blog tenía que presentároslos porque son una parte muy importante de mi vida ahora mismo. No hace medio año que los considero amigos, y sin embargo los quiero como si hiciera años que los conociera.
También es importante el hecho que son a la vez amigos míos y del Miguel, porque hasta ahora casi todos nuestros conocidos o bien eran amigos del Miguel o bien eran amigos míos, y la otra parte de la pareja se sentía un poco pegote. Nunca hemos sido parte de un grupo en el que los dos nos sintiéramos igualmente a gusto. Y lo que también nos hace sentir muy bien es que toda la familia forma parte. Salvo contadísimas excepciones los planes que hacemos conjuntos son familiares. Nadie espera que para ir de tiendas aparques a tus hijos con la abuela o que no vayamos con nuestras hijas a cenar. Si quedamos al teatro es teatro infantil, si vamos de excursión es un paseíto que unas piernecitas de tres años pueden soportar fácilmente, si quedamos a una hora se sabe que es orientativa, a cualquiera de nuestros hijos se le puede escapar el pipi en el último momento.
Los amigos son esa familia que se escoge, esa familia que te encuentras por sorpresa cuando menos te lo esperas. Esa tribu entera que se necesita para criar a un niño, en mi caso es la tribu de los mojilitros. El nombre certifica lo bien que lo pasamos juntos ¿verdad? Os lo he dicho ya alguna vez, ahora lo escribo, estoy muy contenta de conoceros, muchas gracias por esos ratos compartidos.
Etiquetas:
amistad,
AMPA,
convivencia,
cosas que me gustan,
educar,
familia,
guardería,
vivencias,
Yecla
miércoles, 2 de enero de 2013
Antes que nada os deseo a todos un feliz año 2013. Llevaba medio año sin escribir, desde que murió Leo. Os explico un poco el motivo. Este es un blog que empecé a escribir porque me gusta redactar. En él básicamente pongo por escrito mis reflexiones sobre como encaro mi vida diaria y la crianza de mis hijas. Pero sobre todo para mí es un hobby, y estos meses no me ha apetecido nada dejar por escrito mis pensamientos. Demasiado a menudo han vuelto a ser deprimentes, depresivos, oscuros. Reflexiones sobre la soledad, el dolor, el aislamiento que creo que están mejor sin plasmarse en palabra escrita. Que no tiene nada de divertido redactar, y este blog es sobretodo entretenimiento personal.
Estos últimos meses me ha vuelto a apetecer escribir, pero me parecía que este blog quizás se había quedado desfasado. Ya no hay patas en mi vida y mis hijas calzan botas y no patucos. Finalmente hoy he decidido que no voy a cambiar el título ni el estilo de mi blog. El título sigue teniendo sentido. En mi casa volverán a haber patas y mis reflexiones de crianza van a seguir aunque mis hijas cumplan años. Siempre he pensado, aún cuando no tenía hijos, que en la educación de los niños está el modo de cambiar el mundo.
Así que uno de los propósitos de año nuevo es volver a escribir regularmente. Tengo mucho que contar: Sara ha empezado en su cole de mayores, Nuria va a la guardería y ya tiene muchísimo carácter, yo he vuelto a estudiar...y tenemos un grupo de gente a la que considero amigos en Yecla. El 2013 va a traer muchas entradas nuevas en el blog. Espero tener gente interesada en leerlas.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)