Pensaba titular esta entrada como final feliz, pero en realidad, estaréis de acuerdo conmigo no es un final, es un principio.
Me da muchísima alegría y me hace mucha ilusión escribir esta entrada para contaros que Ana y Cristóbal tienen desde hace dos días a sus dos hijos en casa. Seguro que recodáis su historia pero por si acaso, os dejo los enlaces de las entradas anteriores en las que he hablado de ellos:
http://patucosypatas.blogspot.com/2010/11/con-el-corazon-encogido.html
http://patucosypatas.blogspot.com/2010/12/esperanzados.html
http://patucosypatas.blogspot.com/2011/04/ya-estan-aqui-los-gemelos.html
Este ha sido un embarazo muy duro, por el que ningún ginecólogo apostaba, ya que el síndrome que padecían tiene un 80% de posibilidades de que ninguno de los dos niños llegue a sobrevivir. Ellos han luchado mucho por sus hijos y al fin ya los tienen en casa. Desde que nacieron han dado algún que otro susto más a sus padres. A uno de ellos, el último que ha ido a casa, le han hecho tenido que hacer transfusiones de sangre y finalmente le han tenido que operar una hernia. El otro, que ya lleva algunos días más en casa, les han dicho que va a tener alguna secuela por su prematuridad a nivel motor, aunque parece que seguramente será leve, nada que le vaya a impedir hacer vida normal en un futuro.
Y bueno, como comprendéis, el entorno de esta pareja estamos muy contentos. Ellos también lo están, y también un poco abrumados por el faenón que se les viene encima. Esta entrada no podía dejar de escribirla y compartir la alegría de que a veces la vida sea justa y estos dos bebés-milagro estén en casa para que sus papás empiecen por fin a disfrutar de lo bueno y bonito de la paternidad. De sufrir por sus hijos ya han tenido bastante.
Pues sí, que empiecen a disfutar de sus bebés, a parar el tiempo acariciando, besando, oliendo y disfrutando de sus hijos, pequeños milagros que con tanto mimo, esfuerzo y amor han sido esperados
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