Me apetece hoy compartir esta preciosa canción de Presuntos Implicados. Para todas las mujeres que tenemos un tesoro escondido.
"Mi pequeño tesoro
se halla escondido
entre el valle y el monte
que hay en mi ombligo.
Mi pequeño trocito de gloria,
es el alba que alumbra
una nueva historia.
Mi pequeño tesoro
quiere ver cosas,
y por él me despliego
como una rosa.
Mi pequeño trocitoo de vida,
es un ángel que viene a mí
de puntillas.
Tengo cinco razones
para quererte,
una atada a mi espalda,
y otra a mi suerte,
y las tres que me quedan, son
tu sonrisa,
tu ternura sin falta
y otras delicias."
viernes, 28 de enero de 2011
jueves, 27 de enero de 2011
Vacunas
Antes que nada disculparme una vez más por no haber actualizado el blog estos días. Esta vez mi hija me metió el dedo en el ojo produciéndome una úlcera, por la cual no podía fijar la vista en el ordenador. Ya estoy mucho mejor, aunque tendré que echarme colirio en el ojo unos dos meses para evitar que se reabra la herida.
Mi entrada de hoy no es muy original estos días por los blogs de crianza, va de las vacunas. A raíz de la publicación del nuevo libro de Carlos González que las defiende, se han abierto debates en varios foros y blogs sobre este tema. Me subo al carro para dar mi propia visión.
Yo he vacunado a Sara. Y vacunaré a la habichuelita que tiene 19 semanas de gestación. Ale, ya he dado mi opinión, así que voy a publicar ya la entrada...noo, voy a argumentar un poco más, que ya sabéis que me gusta enrollarme.
Os voy a hablar de mi suegra. Mi suegra ronda los 60 años, y cuando era pequeña no habían vacunas. Quienes la conocen, saben que tiene una cadencia particular al andar. Casi ni se le nota, es una mujer muy activa, que sale a andar todas las mañanas, y también va a piscina regularmente. Pero si te fijas se bambolea un poco demasiado para andar. Si va con falda, notas también que uno de sus pies está ligeramente torcido. Con 3 años pasó la poliomielitis y tiene paralizada una pierna, de recuerdo. Cuando hablas de ella sobre el tema, se siente muy afortunada, ya que a pesar de haber pasado esta enfermedad, puede andar, no va en silla de ruedas, ni lleva hierros en las piernas, ni depende de muletas para desplazarse, como la mayoría de los entonces niños que sobrevivieron a la poliomielitis. La polio puede causar la muerte, por si alguien no lo sabía. Mi suegra explica con mucho orgullo que su madre le sumergía la pierna en agua hirviendo (literalmente) para que los músculos no se le acortaran y que la cojera fuera mejorando, ignorando sus llantos desconsolados. Gracias a ello mi suegra ahora anda sin ayudas y es incapaz de darse un baño ni una ducha con agua caliente.
Sacado de la página de Medline Plus:
"Entre 1840 y 1950, la poliomielitis fue una epidemia mundial, pero desde que se desarrollaron las vacunas contra la polio, la incidencia de esta enfermedad se ha reducido enormemente. La polio ha sido erradicada en muchos países y ha habido muy pocos casos de la enfermedad en el hemisferio occidental desde finales de los años 70.
Los brotes todavía ocurren en países desarrollados, generalmente en grupos de personas que no han sido vacunadas. La polio con frecuencia se presenta después de que alguien viaja a una región donde la enfermedad es común. Gracias a la campaña de vacunación masiva y global durante los últimos 20 años, la polio se presenta sólo en unos cuantos países en África y Asia."
"Prevención: La vacuna contra la polio previene de manera efectiva la poliomielitis en la mayoría de las personas (la efectividad es superior al 90%)."
Así que con este testimonio tan cercano en mi vida, y estos datos sobre la efectividad de la vacuna y el riesgo de no vacunar, mi opción claramente es la de vacunar. Se podrían analizar una por una todas las vacunas del calendario de vacunaciones, y de alguna de las enfermedades tengo también testimonios cercanos, (uno de mis abuelos enfermó de meningitis, desgraciadamente jamás me pudo explicar cómo vivió el curso de la enfermedad, ya que murió combatiéndola varios años antes que yo naciera) pero creo que para eso ya existen los profesionales de la salud. Yo sólo soy una madre que expone su decisión meditada sobre las vacunas del calendario oficial.
Tengo que decir que también vacuné a Sara contra el rotavirus, que no entra en la vacunación oficial, y que de esa vacuna no voy a volver a vacunar a la habichuelita cuando llegue el momento. También quiero aclarar que respeto la opción de quien no vacuna de nada a sus hijos. Pero como he explicado, en mi caso, para mi familia, para mis hijos presentes y futuros las vacunas son una excelente herramienta de salud que vamos a seguir utilizando.
Mi entrada de hoy no es muy original estos días por los blogs de crianza, va de las vacunas. A raíz de la publicación del nuevo libro de Carlos González que las defiende, se han abierto debates en varios foros y blogs sobre este tema. Me subo al carro para dar mi propia visión.
Yo he vacunado a Sara. Y vacunaré a la habichuelita que tiene 19 semanas de gestación. Ale, ya he dado mi opinión, así que voy a publicar ya la entrada...noo, voy a argumentar un poco más, que ya sabéis que me gusta enrollarme.
Os voy a hablar de mi suegra. Mi suegra ronda los 60 años, y cuando era pequeña no habían vacunas. Quienes la conocen, saben que tiene una cadencia particular al andar. Casi ni se le nota, es una mujer muy activa, que sale a andar todas las mañanas, y también va a piscina regularmente. Pero si te fijas se bambolea un poco demasiado para andar. Si va con falda, notas también que uno de sus pies está ligeramente torcido. Con 3 años pasó la poliomielitis y tiene paralizada una pierna, de recuerdo. Cuando hablas de ella sobre el tema, se siente muy afortunada, ya que a pesar de haber pasado esta enfermedad, puede andar, no va en silla de ruedas, ni lleva hierros en las piernas, ni depende de muletas para desplazarse, como la mayoría de los entonces niños que sobrevivieron a la poliomielitis. La polio puede causar la muerte, por si alguien no lo sabía. Mi suegra explica con mucho orgullo que su madre le sumergía la pierna en agua hirviendo (literalmente) para que los músculos no se le acortaran y que la cojera fuera mejorando, ignorando sus llantos desconsolados. Gracias a ello mi suegra ahora anda sin ayudas y es incapaz de darse un baño ni una ducha con agua caliente.
Sacado de la página de Medline Plus:
"Entre 1840 y 1950, la poliomielitis fue una epidemia mundial, pero desde que se desarrollaron las vacunas contra la polio, la incidencia de esta enfermedad se ha reducido enormemente. La polio ha sido erradicada en muchos países y ha habido muy pocos casos de la enfermedad en el hemisferio occidental desde finales de los años 70.
Los brotes todavía ocurren en países desarrollados, generalmente en grupos de personas que no han sido vacunadas. La polio con frecuencia se presenta después de que alguien viaja a una región donde la enfermedad es común. Gracias a la campaña de vacunación masiva y global durante los últimos 20 años, la polio se presenta sólo en unos cuantos países en África y Asia."
"Prevención: La vacuna contra la polio previene de manera efectiva la poliomielitis en la mayoría de las personas (la efectividad es superior al 90%)."
Así que con este testimonio tan cercano en mi vida, y estos datos sobre la efectividad de la vacuna y el riesgo de no vacunar, mi opción claramente es la de vacunar. Se podrían analizar una por una todas las vacunas del calendario de vacunaciones, y de alguna de las enfermedades tengo también testimonios cercanos, (uno de mis abuelos enfermó de meningitis, desgraciadamente jamás me pudo explicar cómo vivió el curso de la enfermedad, ya que murió combatiéndola varios años antes que yo naciera) pero creo que para eso ya existen los profesionales de la salud. Yo sólo soy una madre que expone su decisión meditada sobre las vacunas del calendario oficial.
Tengo que decir que también vacuné a Sara contra el rotavirus, que no entra en la vacunación oficial, y que de esa vacuna no voy a volver a vacunar a la habichuelita cuando llegue el momento. También quiero aclarar que respeto la opción de quien no vacuna de nada a sus hijos. Pero como he explicado, en mi caso, para mi familia, para mis hijos presentes y futuros las vacunas son una excelente herramienta de salud que vamos a seguir utilizando.
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martes, 18 de enero de 2011
20 meses
Hoy mi pequeña princesa cumple 20 meses. No sé cuándo han pasado todas esas horas, minutos y segundos desde el momento en que la matrona me la puso encima, manchada de sangre, tapada con una sabanita, sus ojos abiertos de par en par mirándome. Cuánta alegría, amor, incertidumbre y miedo en ese momento.
Después vinieron los días de "no la cojas que se acostumbrará", "tiene tu teta como un chupete", "no la metas en tu cama que no la podrás sacar nunca". NUNCA han sido exactamente 19 meses y una semana. Sara ahora duerme en su cama, en su habitación, la llevamos a la cama y se duerme solita. Sara hace una toma de teta al día, por la mañana. Sara se pasa el día correteando de allá para acá. A veces pasa por mi lado y la pesco al vuelo, me la siento en las rodillas o le pido un abrazo, momentos que pueden durar de dos a tres segundos.
Así que yo el consejo que doy a todo el que me quiera oir es: "Ten a tu bebé pegado a tí tanto como quieras y puedas, que son sólo unos mesecitos que pasan volando. Cuando te des cuenta habrá echado a andar y a partir de ahí te habrás quedado sin bebé".
Esta mañana, al ver en el calendario que es 18, he mirado a mi hija jugando sentada en la alfombra y la he visto mayor, muy autónoma. Como digo ya anda mucho, mucho rato, a veces paseo el carrito de casa a la guardería y de vuelta, pero no me atrevo a no llevármelo, porque con el embarazo no la puedo llevar en brazos si se niega a andar. Sabe lo que quiere en cada momento. Come de todo (excepto marisco, frutos secos y chucherías) sin triturar y empieza a utilizar ella misma la cuchara y el tenedor. Es capaz de quedarse jugando solita a ratos en su habitación y tiene una destreza manual que a veces me sorprende. Me alegran las cuotas de autonomía que va conquistando día tras día, porque sé que su desarrollo es síntoma de que es una niña sana física, mental y emocionalmente. Pero a veces, como hoy, me sorprendo al darme cuenta de sus cambios en cortos periodos de tiempo.
Lo único que me preocupa de Sara en estos momentos es que casi no tiene vocabulario. Dice "calla", "mira", "si", "no" y "bien" con claridad, alguna vez contada papá y mamá, le hemos oído decir "elo", "ela" por abuelo y abuela, "paito" por palito (bastoncillos de pan), "Lio" llamando al Leo y "más" cuando quiere que le dés más de comer. Creo que con 20 meses es un vocabulario escaso. Ella parlotea como un loro todo el día, no calla, pero es un discurso de balbuceos sin palabras. Entiende todo lo que le decimos, de eso estoy segura, atiende y le encanta que le hables y cantes. Así que espero que como lo de dormir, andar y todo lo demás, en poco tiempo se suelte y esta preocupación pase y pasemos a otra etapa, con otras preocupaciones.
Después vinieron los días de "no la cojas que se acostumbrará", "tiene tu teta como un chupete", "no la metas en tu cama que no la podrás sacar nunca". NUNCA han sido exactamente 19 meses y una semana. Sara ahora duerme en su cama, en su habitación, la llevamos a la cama y se duerme solita. Sara hace una toma de teta al día, por la mañana. Sara se pasa el día correteando de allá para acá. A veces pasa por mi lado y la pesco al vuelo, me la siento en las rodillas o le pido un abrazo, momentos que pueden durar de dos a tres segundos.
Así que yo el consejo que doy a todo el que me quiera oir es: "Ten a tu bebé pegado a tí tanto como quieras y puedas, que son sólo unos mesecitos que pasan volando. Cuando te des cuenta habrá echado a andar y a partir de ahí te habrás quedado sin bebé".
Esta mañana, al ver en el calendario que es 18, he mirado a mi hija jugando sentada en la alfombra y la he visto mayor, muy autónoma. Como digo ya anda mucho, mucho rato, a veces paseo el carrito de casa a la guardería y de vuelta, pero no me atrevo a no llevármelo, porque con el embarazo no la puedo llevar en brazos si se niega a andar. Sabe lo que quiere en cada momento. Come de todo (excepto marisco, frutos secos y chucherías) sin triturar y empieza a utilizar ella misma la cuchara y el tenedor. Es capaz de quedarse jugando solita a ratos en su habitación y tiene una destreza manual que a veces me sorprende. Me alegran las cuotas de autonomía que va conquistando día tras día, porque sé que su desarrollo es síntoma de que es una niña sana física, mental y emocionalmente. Pero a veces, como hoy, me sorprendo al darme cuenta de sus cambios en cortos periodos de tiempo.
Lo único que me preocupa de Sara en estos momentos es que casi no tiene vocabulario. Dice "calla", "mira", "si", "no" y "bien" con claridad, alguna vez contada papá y mamá, le hemos oído decir "elo", "ela" por abuelo y abuela, "paito" por palito (bastoncillos de pan), "Lio" llamando al Leo y "más" cuando quiere que le dés más de comer. Creo que con 20 meses es un vocabulario escaso. Ella parlotea como un loro todo el día, no calla, pero es un discurso de balbuceos sin palabras. Entiende todo lo que le decimos, de eso estoy segura, atiende y le encanta que le hables y cantes. Así que espero que como lo de dormir, andar y todo lo demás, en poco tiempo se suelte y esta preocupación pase y pasemos a otra etapa, con otras preocupaciones.
lunes, 10 de enero de 2011
Mañana de Reyes
La mañana de Reyes es el mejor despertar del año. Lo era desde luego en mi tierna infancia. Después lo siguió siendo viendo la ilusión de mi hermana Iris, con la que me llevo 13 años, y además su cumpleaños es el 5 de Enero, con lo que era doble la celebración en casa desde que ella nació.
Este año es el primero que Sara ha entendido un poquito lo que iba pasando a su alrededor y ha disfrutado bastante de las fiestas. Se portaron bien Sus Majestades. Le trajeron una cocinita, tres cuentos, un elefante de peluche que es una radio (a ver si así no nos rompe ninguna más a sus padres), un carrito con su correspondiente muñeca y el ordenador de Pocoyó. Por Barcelona sé que les han dejado una muñeca y un camión. Os dejo una grabación de Sara jugando con la cocina que le trajeron los Reyes, bueno, concretamente con la sartén de la cocina, estuvo toda la mañana jugando con ella.
Este año es el primero que Sara ha entendido un poquito lo que iba pasando a su alrededor y ha disfrutado bastante de las fiestas. Se portaron bien Sus Majestades. Le trajeron una cocinita, tres cuentos, un elefante de peluche que es una radio (a ver si así no nos rompe ninguna más a sus padres), un carrito con su correspondiente muñeca y el ordenador de Pocoyó. Por Barcelona sé que les han dejado una muñeca y un camión. Os dejo una grabación de Sara jugando con la cocina que le trajeron los Reyes, bueno, concretamente con la sartén de la cocina, estuvo toda la mañana jugando con ella.
lunes, 3 de enero de 2011
El tiempo corre en su contra
La semana pasada me encontré con una señora, vecina del barrio, de esas vecinas que nos conocemos por tener perro, como "la dueña de..." y no sabemos nuestros nombres. Se paró a decirles dos monerías a mi hija y a preguntar por la salud de Leo. "¿Sabías que se me ha muerto mi "Chico"?". No, no lo sabía. La verdad es que el animalito rondaba ya los 14 años y estaba muy mayor, pero me dió mucha lástima enterarme.
Leo va a cumplir seis años en Febrero. De los perros con los que se relacionaba de cachorro, no queda ninguno en el barrio, unos se han ido muriendo, otros se han mudado de sitio. Demasiado a menudo en el último año, me han dado la misma noticia: "Mi perro se me ha muerto". Así que le quedan bastantes pocos animales con los que relacionarse, al pobre. La Luna, que es un par de años más joven y para de contar. Son esas cosas que hacen que mires a tu animal y calcules cuánto tiempo más vas a disfrutar de su compañía silenciosa y leal. Estoy un poco melancólica, es que veo que envejece y está enfermo, y sé que el tiempo corre en su contra.
Leo va a cumplir seis años en Febrero. De los perros con los que se relacionaba de cachorro, no queda ninguno en el barrio, unos se han ido muriendo, otros se han mudado de sitio. Demasiado a menudo en el último año, me han dado la misma noticia: "Mi perro se me ha muerto". Así que le quedan bastantes pocos animales con los que relacionarse, al pobre. La Luna, que es un par de años más joven y para de contar. Son esas cosas que hacen que mires a tu animal y calcules cuánto tiempo más vas a disfrutar de su compañía silenciosa y leal. Estoy un poco melancólica, es que veo que envejece y está enfermo, y sé que el tiempo corre en su contra.
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