Esta mañana Miguel se ha ido a recoger la almendra tempranito. A media mañana, cuando la nena se ha despertado de su siesta mañanera, nos hemos visto para comer tortas fritas. Siempre vamos a un local que es donde más nos gustan. Estando allí ha entrado una niña de unos tres años, y la hemos saludado, lo típico con niños '¿como te llamas?' y esas cosas. En estas la nena le da un beso en la cara a Sara y le dice 'Ahora tú'. Yo estaba a punto de decir que no sabía dar besos, cuando mi hija a acercado la boca y ha sonado un gran MUAC. ¡¡El primer besito de mi hija se lo ha dado a una niña desconocida!! Me ha dado una envidia terrible.
Pero me he resarcido esta tarde, porque los cuatro siguientes me los ha dado a mí. Como he dicho Miguel estaba recogiendo almendra, y nosotras hemos ido a mediodía al campo para comer allí (y evitar que se pasara todo el Domingo trabajando como un mulo). Ya por la tarde, cuando estábamos recogiendo todo para volver a casa, tenía a Sara cogida en brazos. Le he dado un beso y le digo 'Ahora la Sara a la mama' y le he puesto la cara, la verdad sin demasiada fe. Y entonces me ha dado un beso fortísimo apretando y todo. Maaas bonito. Se me han saltado las lágrimas, que fuerte. Además me da el beso y me mira a la cara con esa sonrisa suya que me desmonta. Después le he pedido otro, y otro y otro. ¡¡Cuatro besitos para mamá!! Además me ha hecho ilusión que me los diera allí en el campo, en la casa que Papá está levantando con sus manos, para que sea nuestro hogar. Si buscáis hoy en el diccionario la palabra feliz, seguro que hay una foto con mi cara.
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