martes, 27 de julio de 2010

Mi experiencia amamantando.

Me uno con esta entrada a la “La Fiesta Bloguera de Lactancia” que ha organizado "Familia Libre" para celebrar la Semana Mundial de la Lactancia Materna.


Mi experiencia dándole de mamar a Sara, ahora con 14 meses, es muy positiva. Pero los comienzos fueron duros. Por suerte para mi hija, su madre es muy terca. Por suerte para mí todos los profesionales sanitarios que nos hemos encontrado por el camino han sido firmes defensores de la lactancia materna y además estaban muy bien formados. En especial María que lleva la consulta de lactancia del Hospital de Yecla y el Dr. Ilbáñez, el pediatra de mi hija. Gracias a ellos hoy en día sigo con la lactancia, de otra forma no hubiera sido posible establecerla. Muchas veces se leen historias en la dirección contraria, profesionales sanitarios que interfieren en la lactancia o dan consejos erróneos. Por eso mi historia me parece interesante de contar. En honor de los profesionales sanitarios que si hacen muy bien su trabajo.



Mi hija nació de un parto normal precioso, un lunes, el día más bonito de mi vida. Dos días después salimos del hospital para mi casa, no me había subido la leche aún, pero me aseguraron que aquella noche subiría, y me citaron para el día siguiente, jueves, en la consulta de lactancia materna del hospital porque se me habían hecho grietas en el pezón, para ver la evolución. Suerte de eso, porque la niña pasó mucha parte de la noche llorando, yo ofreciéndole el pecho, y de madrugada dejó de llorar. Nosotros pensamos que se había quedado por fin satisfecha, cuando la llevamos a la consulta, la niña lo que estaba era agotada y deshidratada


Así que hubo que darle leche de fórmula, en jeringuilla primero, con sonda nasogástrica después, a modo de relactador casero, para que no se acostumbrara a tetinas. Y estimular el pecho con el sacaleches. Así estuvimos hasta que a los dos meses más o menos pude conseguir suficiente producción para darle lactancia materna exclusiva a mi hija. Después de eso la vuelta al trabajo a los cuatro meses y medio fué un momento también de crisis en la lactancia, porque volver a usar el sacaleches me disgustaba. Me despidieron al mes y medio de haberme reincorporado, con lo que el esfuerzo además se me antojó bastante inútil.



Y así mi niña cumplió los seis meses y empezamos a ofrecerle otros alimentos. Sara es muy buena comedora, y disfruta probando cosas nuevas, pero siempre quiere su tetita de postres, o a media tarde, o porque se da un cucón, o porque le apetece. Leí no se en que entrevista a Carlos González decir que realmente cuando se disfruta de dar teta es a partir de los seis meses. Para mi realmente a sido así. Antes el momento de amamantar a mi hija me ha gustado, incluso con las interferencias de la sonda al principio, me encantaba amamantarla. Pero es que a partir de los seis meses deje de sentir la presión de estar nutriendo yo a Sara. Si se queda con hambre puede comer otras cosas y la teta se convierte en las miradas complices, las sonrisitas, las caricias...¡¡es una fiesta!! Desde hace unos meses algunas personas me preguntan cuando voy a destetar a Sara. ¿Con todo el esfuerzo que me costó? ¿Ahora que lo estamos disfrutando tanto? Ni me lo planteo, cuando ella diga basta.

2 comentarios:

  1. Suerte que somos tercas!!!!!!!!!!
    Felicidades por tu lactancia y por tu nena!
    Que rico que el Universo haya dispuesto para tí profesionales de la salud dispuestos ayudarte!
    Un abrazo....

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  2. ¡Disfruta mucho de la lactancia! Qué pena que nos cueste tanto al principio. Espero que algún día dar el pecho sea tan natural y habitual que no haga falta que nos "salven" unos pocos profesionales. Que las nuevas madres tengan suficientes referencias para saber cómo se hace y para tener claro que ¡se puede!

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